Si existe un lugar especial en Galicia para mí, es el Teixedal de Casaio, y no sólo por la belleza de sus Tejos, si no también por la historia que esconde.
Existen varias formas de llegar al Teixedal, pero sin lugar a dudas, para mí la ruta en 4x4 con Eco dos Teixos, ha sido la mejor, ya que el recorrido en todoterreno, acorta el tiempo de llegada al bosque, pudiendo dedicar así, más tiempo a contemplar la magia que habita en él. Y creedme, cada segundo en ese bosque es un regalo!.
Una vez comenzamos la ruta a pie, en nuestro caso ya en primavera, pero con restos de las nieves del invierno, todavía en las cumbres de las montañas, un abanico de colores, empieza a dibujar nuestro camino, de la mano de multitud de flores silvestres, haciendo si cabe, mucho más bonito el paisaje entre las montañas.
Pararse a contemplar en este tramo, es casi inevitable, hasta el momento que tras una leve bajada, empiezan a aparecer los primeros árboles de nuestro recorrido, acompañados ya, del sonido del agua.
Pocos metros más abajo, podremos ver nuestro primer Tejo en la ribera de un pequeño riachuelo, al amparo de varias rocas que forman en su conjunto, un rincón repleto de belleza y cierto misticismo, que logrará encender en ti, la llama de la curiosidad, por ver qué te encontrarás unos pasos más adelante.
Pero la curiosidad dará paso a la sorpresa, cuando tras pasar un pequeño puente de madera y subir una corta pendiente, te des de bruces con un gran Tejo, que guarda la entrada a otro mundo.
En esta etapa sin duda, la presencia de Pedro de Eco dos Teixos es una bendición, pues él hará posible, que no se te escape ni un solo detalle de todo lo que está escondido a tu alrededor, pues este bosque, está repleto de rincones únicos, donde la vida y la muerte fluyen con total naturalidad, a través de cada uno de sus Tejos.
Una vez allí y tras recorrer esos rincones, solo te queda buscar un buen lugar donde pararte a comer, mientras te dejas sorprender, por las luces y sombras en continuo movimiento, que junto con la brisa, crean la ilusión, o no, de estar rodeados por árboles con una cierta humanidad.
Si sigues recorriendo el lugar, tarde o temprano, acabarás llegando a las orillas de río que por él transita, un río lleno de luz y sonido, que forma el contraste perfecto, con el museo en tinieblas que es el Teixedal.
Si algo puedo decir con seguridad, es que pases el tiempo que pases allí, si realmente eres un viajero en armonía con la naturaleza, siempre te parecerá poco, y vayas las veces que vayas, siempre te acabarás encontrando un bosque diferente, pues allí, todo está siempre en un perpetuo movimiento sin fin.
Ya de vuelta por el mismo puente de madera que corona la entrada, te irás con la sensación, de haber dejado parte de ti allí, al mismo tiempo que sentirás que el bosque te ha obsequiando con un hermoso regalo. Un regalo hecho de reconexión contigo mismo y con la naturaleza.
Ya solo te queda caminar en silencio de vuelta al todoterreno, mientras vas integrando todo lo que ese día en ese Teixedal de Casaio, has aprendido y vivido.
🌿 Anna Vidal
Ad🦋 Armonía
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